Las terrazas son uno de los mayores reclamos para bares, restaurantes y cafeterías, especialmente en primavera y verano, pero también representan un desafío técnico y económico para cualquier hostelero. ¿Cómo saber si realmente vale la pena montar una terraza? ¿Qué pasos legales son necesarios? ¿Cómo organizar el personal y la operativa para que no se convierta en un caos? Y, sobre todo, ¿cómo conseguir que esta zona no solo sume facturación, sino que lo haga de forma rentable y sostenible?
Aquí te vamos a ofrecer una guía práctica y actualizada sobre terrazas en hostelería, con recomendaciones claras, cifras orientativas, claves legales y consejos de operativa que te permitirán gestionar tu terraza como un auténtico profesional.
Pros y contras de tener terraza: cómo calcular la rentabilidad
Los mayores puntos a favor de una terraza son:
- Aumento del aforo: puedes incrementar entre un 20% y un 50% las plazas disponibles, dependiendo del tamaño de la terraza.
- Mayor visibilidad y atracción: una terraza bien montada funciona como reclamo visual, atrayendo hasta un 30% más de clientes nuevos.
- Diversificación de servicios: te permite ofrecer nuevos formatos (brunch, afterwork, cócteles) y maximizar franjas horarias de consumo.
En cambio, los contras:
- Costes adicionales: personal extra, mantenimiento de mobiliario, calefactores, toldos, tasas municipales… que pueden suponer entre un 10% y un 25% más de gasto mensual.
- Mayor complejidad operativa: aumenta el riesgo de descoordinación, errores y tiempos de espera.
- Dependencia de factores externos: el clima, las restricciones locales o los horarios limitados pueden reducir drásticamente la rentabilidad.
Dicho lo anterior, lo que hay que tener muy claro antes de montar una terraza es que ésta debe ser rentable. ¿Cómo saberlo? Con la fórmula básica para calcular rentabilidad
Rentabilidad neta terraza = (Ingresos generados terraza – Costes directos terraza) / Costes directos terraza
Por ejemplo, si facturas 10.000 € al mes solo en terraza y tus costes directos (personal extra, tasas, mantenimiento, energía) son de 7.500 €, tu rentabilidad neta sería:
(10.000 – 7.500) / 7.500 = 0,33 → 33%
Este indicador te permite comparar el esfuerzo invertido frente al beneficio generado. Si la rentabilidad es baja (menos del 20%-25%), deberías replantearte operativa, carta, precios o incluso el uso del espacio.
Si quieres ahondar más en la rentabilidad de tu negocio, te recomendamos encarecidamente que no te pierdas la masterclass completa que impartió Paco Cruz en el stand de Pascual Profesional durante HIP 2025. También puedes informarte sobre cómo ofrecer bocadillos en tu bar o restaurante y así puedes mejorar tu margen operativo en este artículo.
Operativa: distribución de mesas y puntos de servicio
La operativa lo es todo para mantener un flujo eficiente y rentable. Aquí los asuntos clave son:
- Distribución eficiente de mesas:
- – evita pasillos estrechos (mínimo 1,2 m para paso de camareros),
- – mantén accesos despejados,
- – deja espacio suficiente entre mesas para garantizar comodidad (ideal entre 60-80 cm de separación),
- – aprovecha al máximo los puntos calientes (zonas con mejor visibilidad y rotación).
- Organización por bloques: agrupa mesas de manera que el personal pueda cubrir zonas concretas y no pierda tiempo cruzando toda la terraza.
- Cálculo de densidad óptima: calcula entre 1,5 y 2 m² por comensal, según normativa local, para mantener un equilibrio entre aforo y comodidad.
- Puntos de servicio estratégicos: si la terraza está alejada de cocina o barra, instala un punto de apoyo para bebidas, cubiertos y bandejas, o usa terminales móviles para enviar comandas directamente. Esto puede reducir hasta un 15% los tiempos de espera.
- Claridad en los suplementos: si decides cobrar un extra por servicio de terraza (habitualmente entre un 5% y un 15%), indícalo claramente en la carta y asegúrate de ofrecer un valor añadido: mejor atención, detalles cuidados, presentación superior o servicios adicionales.
Estos ajustes en la operativa pueden marcar la diferencia entre una terraza que desborda al equipo y una que se gestiona con fluidez y genera rentabilidad.
¿Quieres saber más sobre cómo digitalizar un restaurante? No te pierdas este artículoPersonal: formación, gestión de clientes y perfiles a contratar
Cuando se tiene terraza, el equipo debe estar preparado para los desafíos específicos de este espacio. Aquí algunos tips clave:
Formación específica: enseña al personal a priorizar pedidos según el tipo de cliente (por ejemplo, cafés rápidos vs. comidas largas), optimizar recorridos para reducir pasos innecesarios y usar tecnología como Tipsi (terminales móviles, sistemas de pago) para minimizar tiempos de espera.
Simulaciones prácticas: antes de abrir una terraza, organiza simulaciones para practicar cómo manejar picos de trabajo, resolver incidencias comunes (mesas que piden cambio de ubicación, clientes que se sientan sin avisar) y reforzar la comunicación entre camareros, runners y cocina.
Gestión de clientes espontáneos: establece un protocolo claro para atender a los clientes que se sientan de motu proprio. Por ejemplo, designa un camarero responsable de “dar la bienvenida” para asegurarte de que nadie quede desatendido, evitando esperas largas que generan frustración.
¿Necesitas ampliar personal?: analiza tus ratios; si las horas pico en terraza superan el 80%-90% de ocupación, probablemente necesites apoyo extra. Los perfiles ideales son camareros rápidos y resolutivos, runners con buena resistencia física y capacidad de coordinación, y en algunos casos, un encargado exclusivo de terraza para supervisar la operativa.
Incorporar personal no siempre significa sumar cabezas: a veces, reorganizar funciones (por ejemplo, un camarero dentro apoyando con bebidas mientras otro solo se dedica a terraza) puede cubrir el aumento de volumen sin necesidad de contratar. Si quieres incorporar más personal a tu plantilla, no te pierdas estos tips de Guillermo Sharfhausen, director de transformación y personas en Pascual.
Licencia y permisos legales: lo que necesitas saber antes de abrir tu terraza
Antes de montar una terraza, es imprescindible conocer y cumplir con los requisitos legales. Aquí lo fundamental:
Licencia de ocupación de vía pública: es obligatoria en todos los municipios y regula el número de mesas y sillas, la superficie ocupada, el horario, el tipo de mobiliario y las medidas de seguridad. Se solicita en el ayuntamiento, aportando plano detallado, memoria descriptiva del mobiliario, fotografías, licencia de actividad del local y seguro de responsabilidad civil.
Permisos adicionales: en algunas ciudades se exigen requisitos extra, como autorizaciones de la comunidad de vecinos si se usa suelo comunitario, permisos para instalar estructuras fijas (toldos, tarimas), certificados de accesibilidad o informes técnicos si se ubica en espacios protegidos.
Coste aproximado: las tasas municipales suelen calcularse por superficie ocupada y zona (más caro en áreas prime o turísticas). Como referencia: en ciudades medianas, unos 5-10 €/m² al mes; en grandes capitales, entre 20-35 €/m² al mes. A esto hay que sumar posibles tasas por instalación de elementos fijos, inspecciones y renovaciones anuales.
Renovación y control: muchas licencias son temporales, se renuevan cada temporada o año y están sujetas a inspecciones. No tener los permisos en regla puede implicar multas elevadas (de 600 € a más de 3.000 €, según el caso) y hasta la retirada forzosa de la terraza.
El consejo clave: consulta siempre la ordenanza municipal específica, porque las normativas varían mucho entre ciudades. Antes de invertir en mobiliario o equipamiento, asegúrate de tener luz verde legal y calcula estos costes en tu plan financiero.
Diseño y decoración: ¿merece la pena invertir?
El diseño y la decoración no son sólo una cuestión estética, sino estratégica. Una terraza bien diseñada puede aumentar la facturación hasta un 20%-30% simplemente por atraer más clientes y mejorar la experiencia. Ahora bien, ¿es necesario gastar grandes sumas? Depende.
¿Se puede apañar con poca inversión? Sí, siempre que priorices ciertos elementos clave: mobiliario cómodo y resistente, detalles acogedores (cojines, mantas, velas) y un espacio limpio y bien organizado. Una terraza sencilla pero cuidada transmite calidad sin necesidad de lujos.
¿Merece la pena invertir más? Si tu público objetivo busca una experiencia diferencial o si compites en una zona de alta competencia, sí. Invertir en elementos de diseño (iluminación espectacular, jardinería, música ambiental) puede marcar la diferencia y posicionarte por encima de los competidores.
Te recomendamos que eches un vistazo a la masterclass de Marisa Santamaría sobre diseño de espacios, una herramienta muy útil a la hora de proyectar tu negocio a todos los niveles.
¿Es recomendable asociarse con marcas?: Sí, en algunos casos. Firmas de bebidas o alimentación, ofrecen acuerdos para cofinanciar mobiliario, parasoles, decoración de marca o eventos promocionales. Eso sí, asegúrate de que la colaboración cumpla los requisitos de tu business plan, no haya cláusulas abusivas y que esté alineada con tu identidad: no conviertas tu terraza en un escaparate de logos ajenos si eso no encaja con tu propuesta de valor.
La clave está en encontrar el equilibrio entre inversión, retorno esperado y coherencia de marca. Cada euro invertido en diseño debe tener un propósito claro: atraer, retener o sorprender al cliente.