¿A quién se le ocurrió meter unos calamares rebozados dentro de un bocata? ¿Puede ser este el primer bocadillo imposible de nuestro país? Ahora, de raro no tiene nada; de hecho, es uno de los reyes bocateros en todos los bares de la península.
Hostelero, hoy te hablaremos de tendencias en el mundo de los bocadillos o, de lo que es lo mismo, de bocatas imposibles de imaginar que te ayudarán a llamar la atención de tus clientes y a fidelizarlos.
Un pequeño apunte sobre la bocadillería de bar
Si te decimos que las materias primas que necesitas para hacer un buen bocadillo deben ser de calidad no es ninguna novedad. Eso ya lo sabes. Lo que sí queremos hacer especial hincapié es en el pan.
Dependiendo del tipo de bocadillo que quieras hacer deberás seleccionar un tipo de pan u otro, según la combinación de sabores y texturas. A continuación, te presentamos algunos ejemplos:
- Charcutería o embutidos: el pan de aceite o la focaccia, ricos en aromas mediterráneos y de textura suave, suelen potenciar los sabores de los fiambres, que suelen tener un punto de pimienta o especias.
- Jamón: ya sea ibérico, serrano o de jabugo, este tipo de materia prima, necesita un pan de corteza crujiente y miga esponjosa, para potenciar el sabor del aceite de oliva.
- Salmón y otros pescados ahumados: los panes de harinas especiales como el de centeno, cebada, avena… suelen potenciar el sabor suave de los pescados ahumados.
- Vegetales: las verduras, aunque sabrosas, suelen necesitar panes con texturas especiales y sabores con un punto amargo para potenciar el sabor. Te aconsejamos el pan multicereales.
- Pollo o pavo: el pollo suele tener poco color y un sabor muy suave que suele potenciarse con las especias. Para este tipo de bocadillos, te recomendamos que uses panes con color, como el de calabaza, por ejemplo.

Bocadillos clásicos para tu bar
A veces es necesario echar la vista atrás para reencontrarnos con los bocadillos que siempre nos han hecho vibrar. Te proponemos nueve recetillas de bocatería clásica:
- El pollazo: pan de baguete, tres filetes de pollo empanado, tres trozos de magreta adobada, dos huevos fritos y un buen montón de patatas.
- La longanicica: pan rústico, longaniza, dos lonchas de queso y un poco de pimentón.
- El campero malagueño (planchado): Panecillo, dos hojas de lechuga, tres rodajas grandes de tomate natural, jamón cocido, queso cheddar, dos cucharadas de mayonesa y un punto de mostaza.
- El pata de telde: pan de hogaza, jamón canario y queso tierno.
- EL San Francisco: panecillo de Viena, mayonesa, lomo a la plancha y queso fundido.
- La brascada: media baguete, cebolla pochada, filete de ternera y jamón a la plancha.
- Bocadillo de sepia a la plancha con alioli: media baguete, alioli untado, sepia troceada a la plancha con ajo y perejil picados.
- El matrimonio: panecillo, pimiento verde frito, boquerones en aceite con ajo y perejil y anchoas.
- La reverencia: dos rebanadas de pan tostadas, carne mechada, rodaja de tomate y una pizca de sal.
Bocadillos tan raros como sabrosos
Si tus clientes son de los que comen por la vista, diles que prueben los siguientes bocadillos y pregúntales si van a volver a tu bar:
- El pelotilla: media barra de pan de baguete, albóndigas cortadas por la mitad y salsa de tomate del guiso.
- El croqueto: pan de baguete untado en tomate y croquetas de cocido.
- El pescadito: panecillo de Viena, boquerones en vinagre y queso fresco.
- El mar y montaña: panecillo de Viena, paté de cerdo y anchoas.
- El manguegote: pan de baguete, anchoas y queso manchego madurado en aceite de oliva.
- El brocolito: pan de molde, vinagreta de miel y mostaza, brócoli rebozado y queso al gusto.
- El Po’boy de Nueva Orleans: pan de Viena, gambas con gabardina, loncha de tomate, cebolla picada, lechuga y mayonesa con un toque de tabasco.