En muchas ocasiones, presentamos el café a nuestros clientes acompañado de azucarillos en diversos formatos. Sin embargo, en un momento donde priman las posibilidades alrededor de la elección de los complementos que acompañan al café, es muy positivo poder presentar otras opciones a nuestros comensales. Hoy analizamos al detalle otros edulcorantes.
Sacarina, Stevia y otros edulcorantes sintéticos
La sacarina es uno de los edulcorantes más conocidos en nuestro país y es habitual presentarlo a los usuarios en forma de pequeñas pastillas o sobres monodosis. Su poder endulzante es de 300 a 500 veces más intenso que el de una cucharadita de azúcar. Por este motivo se popularizó a lo largo de la década de los 90 en España, ya que es necesaria una cantidad mucho menor. En la actualidad, también se presenta en formato líquido, lo que facilita su inclusión en recetas y combinados.
La Stevia se ha posicionado en el último año como tendencia entre los edulcorantes para café. Su origen se encuentra en la sintetización de los principios activos de la planta Stevia Rebaudiana. Por ello, a la hora de endulzar el café no consumimos las hojas o el tallo de esta especie, sino los glucósidos de estiviol obtenidos a partir de ella. La Stevia, tal y como la consumimos en la actualidad, tiene un poder endulzante de entre 250 a 400 veces mayor que el azúcar.
Azúcar mascabado o de coco como sustitutos del azúcar blanquilla
Este azúcar proviene del jugo de la caña de azúcar. Se obtiene de su evaporación y finalmente se muele. Este tipo de endulzante tiene un sabor muy peculiar, recuerda al ahumado por lo que no todo tipo de público es afín a este gusto. Su color es oscuro y su textura pegajosa ya que contiene una pequeña cantidad de humedad a diferencia de los demás azares granulados. Este tipo de azúcar de caña tiene similitudes con la panela, que también está alcanzando un punto importante de uso en nuestro país.
Por otro lado, el azúcar de coco se ha posicionado como sustituto de los tradicionales terrones. Este edulcorante se extrae de la savia de la flor del coco y su poder para endulzar las bebidas es bajo. Se deben añadir cantidades considerables para notar el dulzor. Es uno de los azúcares más naturales que se pueden encontrar en la actualidad para el café y cada vez más baristas experimentados lo añaden a su carta.
Mieles, siropes y otras texturas cremosas para endulzar el café
La miel es uno de los edulcorantes más comunes a la hora de decidirse por uno natural. Tiene una gran capacidad de endulzamiento y añade al café un regusto intenso y espeso que puede resultar un valor añadido. Tiene un gran aporte calórico por lo que puede añadirse a nuestra bebida favorita para un buen empujón mañanero.
Entre los siropes y texturas cremosas destaca el de Agave. Proviene de la planta agave azul y su textura recuerda a la miel. Tiene un gran sabor y funciona muy bien en bebidas calientes ya que se deshace con mayor facilidad. Se compone de un 70% de fructosa y un 25% de glucosa y es altamente calórico. Tiene una gran poder endulzante y es de los favoritos de los más golosos
La melaza, por su parte, se obtiene del refinamiento del azúcar y tiene un aspecto oscuro y viscoso. Contiene una gran cantidad de azúcar de caña en su composición, de ahí su color oscuro e hidratos de carbono. Se disuelve con facilidad en el café caliente y aporta un regusto inconfundible
A pesar de todas las opciones de las que hoy disponemos, el uso de azúcares y edulcorantes debe ser moderado, ya que no debemos olvidar que el sabor del café, por sí mismo, no es amargo, si no lleno de matices.